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“El taller”
Habitaciones modelo en estilo
Biedermeier
En la época del emperador Francisco I, el director de los Muebles imperiales tenía bajo su mando un admi- Al final de la monarquía en el Depósito de muebles se nistrador del deposito de muebles que estaba a cargo comenzó a crear una colección para exhibirla pública- de inventariar el erario de muebles de palacio y una mente. La exposición inaugurada en 1924 presentó por serie de tapiceros que “disponían” las decoraciones de primera vez las habitaciones modelo del estilo Bieder- las solemnidades o el baldaquino del trono y realizaban meier. En 1929 se remodelaron y, al ser alcanzadas por trabajos de reparación. Pero la construcción de muebles una bomba durante la Segunda Guerra Mundial, tuvie- y otros objetos decorativos se encargaba a los artesanos ron que ser restauradas. Estas habitaciones modelo, a diferencia de otros museos de artes aplicadas, no tenían El Depósito Imperial de Muebles fue creado entre 1899 la pretensión de reconstruir fielmente interiores históri- y 1902 bajo el reinado del emperador Francisco José cos. Se pretendía llegar a distintos segmentos concretos I e incluía talleres de restauración en que un equipo del público: los artistas y artesanos podían inspirarse de ebanistas, tapiceros y pintores se encargaban de en los fondos para sus estudios; los ebanistas y sus poner a punto los muebles del erario imperial. Además clientes utilizarlos como exposición de equipamientos el Depósito también comprendía un Atelier de bordado modelo para domicilios. El efecto pretendido en los artístico. En él, por ejemplo, se restauraban las tapicerías otros visitantes era, simplemente, suscitar interés en las antiguas artes aplicadas y tecnologías manufactureras. Hoy, en los talleres de la Administración de muebles El interés despertado por los objetos expuestos cons- estatales trabajan carpinteros, tapiceros, orfebres de tituye una aportación a la hora de mantener vivas las dorado, pintores de paredes y mecánicos para conservar antiguas artesanías tradicionales. Con vistas a esto, con y restaurar los muebles patrimoniales. También ellos los muebles cortesanos se recrearon escenarios idílicos han contribuido a configurar el espacio museístico tal y de la pequeña burguesía con un interiorismo al gusto de la Viena antigua. Aquí se sugiere que el visitante está viendo ejemplos típicos de una cultura de hogar que se debe entender como manifestación de la pujante pe- queña burguesía en la “Antigua Austria”: un estilo de y para la burguesía. Esta imagen se ha consolidado hasta El ebanista de piezas artísticas Franz Matthias Podany pa- tal punto que al contemplar hoy los interiores modelo a tentó en el año 1858 el método de fabricación de mosaicos casi nadie le viene a la cabeza el carácter “imperial”.
de madera basado en el mismo principio que la „mar- En el curso de las últimas obras de saneamiento las quetería en bloque“ surgida a principios del Renacimiento habitaciones modelo se han adaptado y se han dejado en Italia. Con esta técnica se encolaban varas de distintas como un “museo dentro del museo“, a modo de ejemplo clases de madera (y por lo tanto, de tonos diferentes) para de la puesta en escena de una exposición en el perio- formar un haz. Del frente de este bloque se iban cortando do de entreguerras, para mostrar formas históricas de luego finas rebanadas. De este modo se obtenían elementos con el mismo diseño. En el caso de la técnica de Podany no se crean elementos de marquetería, sino piezas de chapa- La época de Biedermeier comprende el intervalo entre do, que luego se confeccionan en superficies decorativas 1815 y 1848, es decir el periodo de la Restauración entre mayores para formar unas cenefas o medal ones de taracea el Congreso de Viena y la Revolución de 1848. La deno- (véase la vitrina y la cuna para el príncipe heredero Rodolfo). minación “Biedermeier“ tuvo un sentido satírico en un El cepil o de carpintero de Podany permite una manufactura primer momento, era una forma suavemente humorística racional semi-industrial de grandes cantidades de elementos de referirse a la pequeña burguesía alemana. de chapado del mismo espesor y una calidad constante.
Hacia 1900 una joven generación de arquitectos y artistas se distanció del eclecticismo del historicismo y Este recamier está chapado de nogal y procede del redescubrió las virtudes de la época Biedermeier, con- apartamento del príncipe heredero Fernando. El aparta- virtiendo este estilo en su modelo a seguir. Según el cri- mento se remodeló completamente con ocasión de las terio de la generación de Adolf Loos y Josef Hoffmann, nupcias en 1831 del futuro emperador Fernando I con el mobiliario de estilo Biedermeier se distinguía por su María Ana de Cerdeña en Amalienhof del palacio vienés aproximación “sin tapujos” a la utilidad del objeto, por su funcionalidad, así como por su diseño y manufactura La tapicería textil se ha reconstruido con arreglo a las amoldados al material. Su „sencillez“ no la considera- fuentes disponibles en los talleres de la Administración ban un defecto ni un signo de pobreza estética, sino un reflejo de un diseño claro y verdadero, con proporciones equilibradas y despojado de ornamentación superflua. En el contexto de esta torna de valores en favor de la época Biedermeier, la burguesía, siempre a la búsqueda de su identidad cultural, encontró en ella sus raíces, Este sillón otomano está chapado en madera de frutal para distinguirse de la nobleza. Este entramado de mo- teñida de negro y procede del „Altes Schloss“ de tivos se basaba, no obstante, en una imagen idealizada Laxenburgo. Se estima que se fabricó hacia 1832 para de la época Biedermeier, a la que se le atribuían valores el apartamento de la pareja de futuros soberanos. La positivos como la sencillez, la moderación, la probidad y tapicería textil se ha reconstruido con arreglo a las la placidez. Otras realidades de esta época, como eran fuentes disponibles en los talleres de la Administración la opresión política, la falta de participación ciudadana y la miseria de amplias capas de la sociedad se quedaban fuera de este cuadro incompleto. 6 CANAPÉEl canapé está chapado de caoba y procede del aparta- mento que tenía el emperador Fernando I en la segunda El sillón recamier y las dos sillas proceden del dormitorio planta del palacio Hofburg de Innsbruck. Su artífice en de la emperatriz María Luisa en el ala leopoldina del 1838 fue Johann Geyr, maestro ebanista de Innsbruck. palacio vienés de Hofburg. El apartamento de la tercera La tapicería textil se ha reconstruido con arreglo a las consorte del emperador Francisco II (I) fue decorado en fuentes disponibles en los talleres de la Administración 1810/12 conforme a los planos de Francisco Antonio, En 1944, este canapé y otros asientos (más de 200) se sacaron de Viena para ponerlos a salvo de los bom-bardeos y fueron trasladados al palacio Ungarschitz en Bohemia. En el 2006 la República Checa le restituyó a Este canapé hecho de caoba procede del comedor de Austria este canapé y los demás muebles que se con- Carolina Augusta, la cuarta consorte del emperador Francisco II (I), en el Palacio suizo del Hofburg vienés. El artífice de este mueble fue el ebanista de la corte Ernest Gissl, en 1828.
La tapicería textil se ha reconstruido con arreglo a las fuentes disponibles en los talleres de la Administración de muebles estatales.
Muebles de cocina SW
los abarca desde los suntuosos artefactos de ebanistería hasta los lavatorios de hojalata estandarizados para la clase militar y funcionariado. Además había una amplia En la Segunda Guerra Mundial los bombardeos de- struyeron numerosas casas. Después de 1945 faltaban En la corte francesa del rey Luis XIV en el “Lever”, la alimentos y acomodos para vivir. En 1945 y con ayuda de audiencia matutina y en el „Coucher“, la preparación del las donaciones del extranjero, el ayuntamiento de Viena descanso nocturno, el monarca atendía ante la presen- resolvió reactivar el programa de vivienda social que cia de sus cortesanos actividades íntimas del cuidado había estado vigente en el periodo de entreguerras. Pero corporal como lavarse, empolvarse o utilizar el asiento faltaban los enseres para amueblar las viviendas.
evacuatorio. En la corte vienesa esta forma de actuar no A la vista de esta carestía, el ayuntamiento de Viena, la Österreichische Gewerkschaftsbund (ÖGB, la unión de En el palacio de Hofburg la emperatriz María Luisa dio sindicatos austriaca) y la cámara de comercio fundaron orden en 1810 de instalar la primera bañera. Con la la asociación “Soziale Wohnkultur” (SW, Cultura de vivi- archiduquesa Sofía, en 1835, se dispuso un „lugar reser- enda social), para producir y distribuir muebles moder- vado como tienen los ingleses“ como santuario privado nos, económicos y de buena calidad destinados a capas para los actos íntimos que empezaban a rodearse de pudor. A mediados del siglo XIX se instaló agua corri- En 1956 se publicó el primer catálogo de muebles SW, ente en el Hofburg, con lo que la emperatriz Elisabeth que también contenía un programa de cocinas adap- a partir de 1876 y el archiduque Rodolfo desde 1877, tadas al reducido espacio disponible en las viviendas contaron con bañeras de instalación fija, mientras que el de protección oficial. Como asientos se utilizaban los emperador Francisco José se contentaba con una bañera taburetes patentados con tres o cuatro patas.
En el segundo catálogo de muebles SW de 1958 ya había cocinas integradas modernas, disponibles incluso en varios colores. Los tonos pastel eran característicos del optimismo vital que imperaba en la década de los 50. Estas tonalidades las encontramos también en la vajilla “Daisy” producida a partir de 1959 por Lilien Porzellan, Este grácil mueble ha salido de la Fábrica de muebles de Josef Ulrich Danhauser. La Fábrica de muebles de Danhauser fue la primera empresa vienesa de mobili-ario en que se podía amueblar un domicilio entero por catálogo y que estaba en disposición de ofrecer estos muebles en distintas categorías de precio. El señor Mobiliario de higiene
Danhauser empleaba en su empresa a artesanos de distintos oficios (además de ebanistas, también tapice- El cuarto de baño como espacio destinado a la higiene ros, marroquineros, orfebres de pan de oro, mecánicos, corporal es un desarrollo del siglo XIX. Anteriormente el etc.), de modo que podía proporcionar prácticamente tocado y aseo corporal solían tener lugar en el dormi- todos los elementos necesarios para amueblar una torio o en el vestidor adyacente. En el arte europeo de casa. Los diseños fabricados eran obra de Danhauser o la ebanistería se creo en la época moderna una nutrida de sus empleados. Estos diseños propios de la Fábrica variedad de muebles de higiene, que abarcaban, por de muebles de Danhauser alcanzaron renombre como ejemplo, las mesas lavatorio, los tocadores de lavabo o creaciones imaginativas y se ganaron clientela más allá de barbero y los bidés. Este equipamiento especial refle- de las fronteras austriacas, y también las ebanisterías jaba, por su diseño, la evolución del estilo y por su uso ponía de relieve el estatus social. La horquilla de mode- Depósito abierto a las visitas
Madera de haya tallada y guarnecida, tablero de nogal El depósito abierto a las visitas es un almacén para las piezas de la “colección de objetos utilitarios”. Aquí se depositan los muebles que usa el museo y también los El Tratado de Estado Austriaco fue firmado el día 15 de que se prestan a las entidades públicas. La utilidad de mayo de 1955 en el palacio de Belvedere, en Viena. El estos fondos o se agota en el intercambio dinámico en mobiliario que vistió este acto de Estado procedía del el circuito público de museos y autoridades, sino que Depósito Imperial de Muebles: Las cuatro mesas iguales también permite a los interesados contemplarlos cuando en que se firmó el Tratado se conocen desde entonces están aquí „listos para su próxima misión“. Esta situación como las „mesas del Tratado de Estado“. Anteriormente del depósito data ya de los tiempos del emperador Fran- habían formado parte de los muebles del apartamento cisco José y, con la finalidad de su exhibición pública, se del mariscal Radetzky en el palacio vienés de Hofburg. ha mantenido hasta nuestros días en su forma origina- En 1955 una de las mesas se utilizó en el atrezzo de las ria. Antes, cuando el depósito no estaba abierto a las visitas, muchos muebles estuvieron durante décadas perdidos en el olvido. Ahora, estas antigüedades valo- radas y admiradas, están esperando a que los visitantes De las pertenencias personales del emperador 9 “SISSI”La firma del Tratado de Estado del 15 de mayo de 1955 dio por terminada la ocupación, que había dividido el El cineasta y productor austriaco Ernst Marischka llevo país en cuatro sectores. Austria se convirtió en un Esta- a cabo un deseo largamente acariciado al llevar a la do soberano y neutral. El Tratado de Estado se considera pantalla grande la vida de Elisabeth. En los años 1930 la „partida de nacimiento“ de la Segunda República. ya había escenificado esta materia: la opereta Sissy Comenzó un periodo de auge económico y la gente se (sic.) Pero el cine abría grandiosas perspectivas en dedicó a olvidar los terribles años de la guerra.
cuanto al atrezzo y a la música. Y, verdaderamente, las Justo en estos años llenos de anhelos de armonía y tres películas sobre Sissi fueron el culmen de su carrera romanticismo, el director Ernst Marischka escenificó la historia de amor entre Elisabeth y el emperador Fran- En el Austria de la postguerra no se produjo por casu- cisco José. Su receta para el éxito fue situar hechos alidad esta remembranza del mito de los Habsburgo. históricos que marcaban vagamente puntos estratégicos La representación fílmica de esta estirpe de regentes de la trama y entretejer en torno a ellos una historia que ya había dado diversos frutos en la época posterior a llegara a los corazones del público de los años 1950. la Primera Guerra Mundial. Después de 1945, la vuelta La vida real de la Elisabeth histórica estaba jalonada de a esta estrategia suponía tomar como referencia una demasiados problemas, según el criterio de Marisch- época histórica en que Austria gozaba de una posición ka, lo que el quería era una versión edulcorada para internacional más relevante que la que le había tocado el gran público. La gente, después de las penalidades al final de la Segunda Guerra Mundial. El tratamiento de la guerra, tenía nostalgia de los buenos tiempos de fílmico sin duda renovó y mejoró la fama de las persona- un pasado mitificado. Así que Marischka pasó por alto todos los periodos accidentados y todas las sombras del carácter de Elisabeth. En vez de ello, puso en primer plano los episodios románticos y las grandes emociones.
El trono que se empleaba en las películas sobre Sissi y en otros largometrajes ambientados en la Viena histórica Los muebles con guarniciones verdes, que en la película satisface nuestras expectativas sobre lo que debe ser de Sissi ambientan su dormitorio en Gödöllö, provienen un trono „de verdad“, con sus ampulosos ornamentos del apartamento que tenía en Schönbrunn la hija de dorados y sus recargadas formas barrocas.
Elisabeth, Gisela. Estos enseres, conocidos como los Pero en realidad, originariamente no estaba destinado „muebles de Gisela“ se pintaron de verde y se ador- a fines ceremoniales. El sillón de trono formaba parte de naron con flores de colores, para que hicieran juego con un grupo de asientos que el príncipe heredero Francisco las pinturas murales exuberantes y exóticas del pintor Fernando encargó para amueblar su salón en el castillo barroco Johann Bergl. Constituyen un buen ejemplo de que el director Ernst Marischka no se ceñía demasiado a Este príncipe, víctima de un atentado en 1914 en la realidad histórica a la hora de amueblar los interiores Sarajevo, era un defensor del neobarroco como estilo nacional austriaco. Cuando en el año 1900 se trasladó a vivir al palacio de Belvedere, hizo decorar sus nuevos aposentos en este pomposo estilo.
Continúe el recorrido yendo hacia la derecha, Depósito de asientos
suba las escaleras y luego vuelva a girar a la derecha.
El acto de sentarse en cualquier tipo de taburete o asiento bajo surgió históricamente cuando los pueblos nómadas se hicieron sedentarios. El trono, como forma primigenia de nuestras sillas o sillones altos, estaba reservado en la anti-güedad a los dioses, a los soberanos y a los reyes, porque era una forma de elevación sobre el resto. La costumbre de los césares romanos de sentarse en el trono la adoptaron los obispos del primer cristianismo y la transmitieron a la cultura occidental. El sil ón fue durante mucho tiempo un instrumento social arbitral con respecto a los que no tenían derecho a sentarse por no poseer el rango jerárquico requerido. En el ceremonial palaciego se distinguían las formas de los asientos, ya se tratara de simples escabeles o si tenían respaldos altos o bajos, con reposabrazos u otros ornamentos suntuosos. La etiqueta de donde se sentaba cada cual ponía de manifiesto la jerarquía interna entre los que tenían potestad de ocupar las sil as. Cuando surgieron las profesiones sedentarias, desde el siglo XVIII, el uso de los asientos empezó a perder su carácter jerárquico, pero aún hoy, las sillas de los directivos se diferencian claramen-te de las de los empleados subalternos. La sil ería era uno de los elementos más importantes del mobiliario de los pa-lacios, por eso el Depósito de muebles muestra una amplia variedad de 15.000 asientos de todas las formas y estilos, muestra de tres siglos de fantasía y habilidad artesana.

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