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1. La penalización de
la homosexualidad:
una licencia
para torturar

EN 1592, la Inquisición católica condenó al exilio a Felipa de Souza, que vivía
en la colonia portuguesa de Brasil, «por el nefando y abominable delito de sodo-mía» tras reconocer ésta que había mantenido relaciones sexuales con otramujer. Felipa fue flagelada brutalmente por las calles de Salvador, para que sir-viera de ejemplo a otros.20 Puede que la penalización de la homosexualidad y la aplicación de torturas como cas- tigo parezca medieval, pero en la actualidad siguen produciéndose muchos casos comoel de Felipa. Al menos 70 Estados han entrado en el siglo XXI con leyes que prohíbenlas relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.21 En algunos países, estas rela-ciones pueden conllevar la imposición de la pena de muerte. Muchos de los informesque ha recibido Amnistía Internacional sobre tortura y malos tratos a gays, lesbianas,bisexuales y transexuales bajo custodia proceden de países donde las relaciones entrepersonas del mismo sexo están penadas por la ley.
En todas las sociedades, las leyes penales regulan cuál es la conducta sexual permisible, imponiendo a la expresión y realización sexual individual los límites necesarios parasalvaguardar los derechos de los demás. Estos límites varían en función de cada cul-tura y van cambiando a lo largo de la historia a medida que se levantan prohibicionesarcaicas y se reconocen nuevos derechos. Los legisladores suelen emplear un términoelástico como el de «sodomía» para describir lo que queda al otro lado de esos lími-tes. Entre las muchas prácticas «desviadas» que han estado incluidas en su ámbito en 20 Luis Mott, O Lesbianismo no Brasil, Mercado Aberto, 1987.
21 Breaking the Silence: Human rights violations based on sexual orientation, Sección Bri- tánica de Amnistía Internacional, 1997; datos actualizados de los archivos de Amnistía Interna-cional. Existe una versión española del documento original de la Sección Estadounidense titu-lada Rompamos el silencio: Violaciones de derechos humanos basadas en la orientación sexual,publicada por EDAI en 1994. CRÍMENES DE ODIO, CONSPIRACIÓN DE SILENCIO diferentes países, figuran las relaciones sexuales interraciales y todo acto sexual no enca-minado a la procreación.
Leyes para penalizar las relaciones homosexuales existen en todos los continentes, pero adoptan diferentes formas.22 En ciertos países, las relaciones sexuales consenti-das entre adultos del mismo sexo constituyen un delito de «sodomía», «crímenes con-tra la naturaleza» o «actos antinaturales». En otros, se utilizan disposiciones generalescomo las relativas a los «actos inmorales» o al «escándalo público» para convertir endelito diferentes expresiones de la identidad homosexual. En muchas partes del mundo,estas leyes son los restos de la dominación colonial, y resulta irónico que algunos diri-gentes de gobiernos poscoloniales las defiendan como una salvaguardia frente a loque califican de «importación extranjera» de la homosexualidad. Amnistía Interna-cional se opone a todas las leyes que permiten el encarcelamiento de personas sólo porsu identidad sexual. Las personas detenidas o encarceladas en aplicación de estas leyesson consideradas presos de conciencia y deben ser puestas en libertad de forma inme-diata e incondicional.
Las investigaciones de Amnistía Internacional indican que estas leyes también pue- den actuar de diversas formas como licencia para infligir torturas y malos tratos. Porejemplo, en algunos países se imponen judicialmente —es decir, son impuestos por untribunal de justicia— castigos corporales como la flagelación por el «delito» de homo-sexualidad. Amnistía Internacional considera que estos castigos constituyen tortura uotras penas crueles, inhumanas o degradantes.
Las leyes que penalizan la homosexualidad pueden también alentar a los funciona- rios encargados de hacer cumplir la ley a no tener en cuenta la condición humana deun detenido cuya propia identidad es delito. Al institucionalizar la discriminación,pueden actuar como incitación oficial a la violencia contra gays, lesbianas, bisexualesy transexuales en la comunidad en general, ya sea bajo custodia, en prisión, en la calleo en el hogar. Al despojar a un sector de la población de la plenitud de sus derechos,también privan a los gays y lesbianas víctimas de torturas o malos tratos del acceso auna reparación y permiten que sus torturadores continúen maltratando a otras perso-nas con impunidad.
RUMANÍA: «ME TRATARON COMO A LO PEOR DE LO PEOR»
Mariana Cetiner23 fue detenida en octubre de 1995 por «intentar seducir a otra mujer».
En junio de 1996 la condenaron, en aplicación del artículo 200 del Código Penal ruma-no, a tres años de prisión. «Los guardias de la prisión me trataron muy mal, porque en 22 En algunos países donde las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo no cons- tituyen un delito en sí, las leyes discriminatorias respecto a la edad del consentimiento puedenconvertir en delito conductas perfectamente legales para los heterosexuales.
23 Romania: Mariana Cetiner — Prisoner of conscience (Índice AI: EUR 39/030/1997); Ruma- nía: Amnistía Internacional pide la libertad de Mariana Cetiner (Índice AI: EUR 39/010/1998/s).
Mariana Cetiner fue golpeada y torturada por guardias penitenciarios en Rumanía tras su detención, en 1995. En 1996 la condenaron a tres años de prisión por «intentar Rumanía no se aprueban las relaciones sexuales con personas del mismo sexo. Lopeor fue que los guardias [.] me golpeaban y me insultaban. Están mejor considera-dos los delincuentes que una relación entre dos mujeres. [.] Así que, debido a lahomosexualidad o al lesbianismo [.] me trataron como a lo peor de lo peor.»24 En agosto de 1996, cuando Mariana Cetiner denunció los malos tratos, la esposaron a un radiador y la obligaron a permanecer de pie 11 horas «en una postura como la de Jesu-cristo» y sin comer. Aunque en enero de 1997 fue absuelta en apelación, un tribunal detercera instancia revocó esta decisión y ordenó que cumpliera el resto de la condena, yfue encarcelada de nuevo. La llevaron a otra penitenciaría donde la recluyeron en una celdade alta seguridad para presas violentas y recibió palizas tanto de los guardias como de otrasinternas. Según Mariana, en una ocasión le rompieron varias costillas. Cuando pidió quela viera un médico la pusieron en régimen de aislamiento durante 10 días.
Las presiones internacionales, incluida una campaña sostenida de manifestaciones y envío de cartas de miembros de Amnistía Internacional de todo el mundo, propicia-ron que Mariana Cetiner fuera puesta en libertad en virtud de un decreto presidencialen marzo de 1998. Poco después se marchó de Rumanía.
La penalización de la homosexualidad en Rumanía crea un marco propicio para la tortura. Aunque el artículo 200 del Código Penal se revisó en 1996 gracias a las pre- 24 Mariana Cetiner, entrevista con Amnistía Internacional, abril de 1998.
CRÍMENES DE ODIO, CONSPIRACIÓN DE SILENCIO siones del Consejo de Europa, sigue previendo penas de prisión para las relaciones homo-sexuales mantenidas en privado y con consentimiento cuando se considera que causan«escándalo público».25 Según su párrafo 5, «atraer o seducir a una persona para prac-ticar actos sexuales con alguien del mismo sexo, así como participar en otras formasde proselitismo con el mismo fin» es un delito castigado con penas de entre uno ycinco años de prisión. A principios del 2001 el Parlamento no había aprobado aún lasreformas al Código Penal propuestas por el gobierno en septiembre de 1999, que inclu-yen la abolición del artículo 200. En septiembre de 1996, la policía detuvo una noche a dos jóvenes de 17 años en un parque, los acusó en aplicación de la nueva disposición legal y los golpeó brutalmen-te para obligarlos a confesar que estaban manteniendo relaciones sexuales en público.
«Querían saber con quién más lo había hecho y me pegaron sádicamente para conse-guir nombres y direcciones. [.] Preguntaban todo el tiempo quién era el varón y quiénla mujer.Yo les decía: “Los dos somos varones”, y cada vez me abofeteaban y mepegaban. Éramos como dos sacos de boxeo.»26 Según los informes, no se ha abierto ninguna investigación sobre estas denuncias de EL CARIBE: UNA HERENCIA COLONIAL DE CRUELDAD
Aunque se defienden las leyes que prohíben las relaciones homosexuales en nombrede los valores culturales locales, las leyes de muchos países del Caribe son una heren-cia del pasado colonial. La ferviente defensa de las leyes «sobre sodomía» que hacenalgunos gobiernos caribeños perpetúa la discriminación y crea un clima propicio a laviolencia contra gays y lesbianas, tanto a manos de funcionarios públicos como deotras personas de la comunidad. En la información sobre Trinidad y Tobago remitidapor Amnistía Internacional al Comité de Derechos Humanos de la ONU en octubre del2000, la organización manifestó que el mantenimiento de leyes que tratan a los gays ylesbianas como si fueran delincuentes propiciaba un clima de prejuicios que aumenta-ba el riesgo de que se cometieran ataques y otros abusos contra presuntos gays y les-bianas. El informe indicaba que la policía solía utilizar estas leyes para extorsionar amiembros de la comunidad gay.
En noviembre de 1996 fueron detenidos cerca del aeropuerto de Kingston, Jamai- ca, cuatro hombres a los que acusaron de «ultraje contra la moral pública». Los obli-garon a quitarse la ropa y a permanecer desnudos a la vista del público en la comisa-ría de policía del aeropuerto hasta el día siguiente. Se congregó una multitud airada,al parecer incitada por los propios policías, que los amenazó. Después se los llevaron 25 Rumanía: Las relaciones homosexuales realizadas de común acuerdo continúan estando penalizadas en la legislación enmendada (Índice AI: EUR 39/017/1996/s).
26 Public Scandals: Sexual Orientation and the Criminal Law in Romania, International Gay and Lesbian Human Rights Commission/Human Rights Watch, 1998. Marcha por los derechos de los gays, lesbianas, bisexuales y transexuales en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en 1993. En 1998, el Tribunal Constitucional de Sudáfrica resolvió que las leyes que penalizaban la sodomía (en referencia a los actos sexuales consentidos entre varones) vul- neraban los derechos a la igualdad, la dignidad y la intimidad consagrados en la Constitución promulgada tras el fin del apartheid. Eric Miller/Panos detenidos a la Unidad de Violaciones, donde fueron presuntamente objeto de agresio-nes sexuales, y luego los trasladaron al Centro de Prisión Preventiva donde tuvieronque limpiar las celdas de los demás reclusos y las letrinas con sus propias manos, singuantes. Además, la policía incitó a otros internos a que los agredieran y dejó sus cel-das sin cerrar para que pudieran entrar otros presos y golpearlos.
Éste es uno de los muchos informes que ha recibido Amnistía Internacional sobre malos tratos a gays en Jamaica. La mayoría de estos informes son simple informacióno anónimos, generalmente porque las víctimas temen sufrir represalias si denuncianlos hechos. Las relaciones sexuales consentidas entre varones adultos siguen estandocastigadas con penas de hasta 10 años de prisión con trabajos forzados.27 Al parecer,los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley actúan como si estas leyes fue-ran una licencia para maltratar a las personas a las que consideran homosexuales.
Además, estas leyes fomentan las agresiones físicas contra los gays en la comunidaden general.
También se han denunciado casos de malos tratos por homofobia en países caribe- ños donde son delito las relaciones sexuales realizadas en privado entre personas del 27 Artículo 76 de la Ley de Delitos contra las Personas.
CRÍMENES DE ODIO, CONSPIRACIÓN DE SILENCIO La pastora protestanteMargarita Sánchez(izquierda) y la abogadaNora Vargas (derecha) hancuestionado la ley de Puer-to Rico, Estados Unidos,en cuya virtud cualquierpersona que «tenga relacio-nes sexuales con personasdel mismo sexo o cometacon un ser humano el deli-to contra la naturaleza»puede ser condenada a 10años de prisión. ACLU mismo sexo. En las Bahamas, por ejemplo, la policía detuvo en agosto de 1999 a dosjóvenes de 17 años como sospechosos de mantener relaciones sexuales en un automóvilestacionado en una playa apartada de Nassau. Los obligaron a desnudarse y los golpearoncon una barra de hierro. En la comisaría fueron objeto de insultos homófobos y les impi-dieron ponerse la ropa interior y llamar a su familia o a su abogado. En enero del 2000,el gobierno declaró que se estaba investigando el incidente. En febrero del 2001, el comi-sario en funciones de los Servicios de Gestión de la Policía comunicó por carta aAmnistía Internacional: «Se ha realizado una investigación y considero probado queno se infligieron tratos crueles, inhumanos o degradantes a nadie bajo custodia». La cartano respondía a ninguno de los detallados motivos de preocupación que había expues-to Amnistía Internacional ni daba información sobre la investigación ni la forma en quese había realizado.
Algunos gobiernos del Caribe defienden las leyes «sobre sodomía» como algo nece- sario para prevenir el VIH/SIDA. Vincular de forma exclusiva el VIH/SIDA y la homose-xualidad no es sólo discriminatorio, sino incorrecto y peligroso. El Comité de DerechosHumanos de la ONU ha observado que las leyes que penalizan las «relaciones sexualespor vía no natural» dificultan la labor de prevención del VIH.28 Además, estas leyes pue-den provocar la detención y malos tratos de personas que trabajan en campañas de con-cienciación sobre el SIDA por promover presuntamente las relaciones homosexuales. El5 de mayo del 2000, un enfermero que repartía preservativos a trabajadores del sexoen Jamaica fue detenido pese a que llevaba una identificación que lo autorizaba a rea-lizar su trabajo. La policía lo retuvo durante nueve horas, le negó el acceso a su fami-lia y a un abogado, y lo interrogó y lo insultó antes de ponerlo en libertad sin cargos.
La penalización de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo en Jamaica 28 Comité de Derechos Humanos, Toonen v. Australia, comunicación núm. 488/1992, es también una enorme barrera para las iniciativas sobre sexo seguro en las prisiones,
y hace que los reclusos sean muy vulnerables a la infección (véase el capítulo 3, Tor-
tura y malos tratos en las prisiones
).
MALAISIA: UN ARMA CONTRA LOS DISIDENTES
Gobiernos de todo el mundo recurren a la homofobia como un instrumento para des-viar la atención de los ciudadanos o para desacreditar y silenciar a los disidentes, uti-lizando las acusaciones de homosexualidad como pretexto para encarcelar a oposito-res políticos, y la tortura y los malos tratos para obtener confesiones y respaldaracusaciones falsas.
En Malaisia, la «relación carnal contra el orden natural» está castigada con penas de hasta 20 años de prisión y flagelación.29 A principios de septiembre de 1998, el primerministro Mahathir Mohamad destituyó al entonces viceprimer ministro Anwar Ibrahimacusándolo de conducta sexual impropia, corrupción y de constituir una amenaza parala seguridad nacional. Amnistía Internacional cree que las acusaciones fueron una res-puesta política a los llamamientos de Anwar Ibrahim en favor de la reforma política.
Tres semanas más tarde, inmediatamente después de que Anwar Ibrahim fue detenidoy sometido a régimen de incomunicación bajo custodia policial y brutalmente golpe-ado, el primer ministro Mahathir lo calificó públicamente de «sodomita, incapacitadopara gobernar el país».
Antes de la detención de Anwar Ibrahim, dos hombres relacionados con él —Muna- war Anees, encargado de redactar sus discursos, y Sukma Darmawan, hermano adop-tivo de Ibrahim— habían sido condenados a seis meses de prisión por «atentados con-tra el decoro». Los habían obligado bajo tortura a confesar que habían «permitido sersodomizados» por Anwar Ibrahim. Sufrieron diversas formas de malos tratos sexua-les, como ser obligados a desnudarse y a simular que realizaban actos sexuales comoaquellos de los que eran acusados. Otro hombre, Mior Abdul Razak, fue acusado tam-bién de delitos sexuales similares en los que asimismo estaba implicado Anwar Ibrahim.
Los tres hombres denunciaron formalmente a la policía por el trato recibido y las con-fesiones forzadas. A Sukma Darmawan y Mior Abdul Razak los acusaron de perjurio;a Munawar Anees le permitieron salir del país. En 1999, Anwar Ibrahim y Sukma Darmawan fueron juzgados por «sodomía». Se admitió como prueba la confesión de Sukma Darmawan, pese a que éste había decla-rado que la había hecho bajo tortura. En agosto del 2000, ambos procesados fueron decla-rados culpables, Anwar Ibrahim fue condenado a nueve años de cárcel y Sukma Dar-mawan a seis años y a cuatro golpes de vara. Cuando se redactaba este informe, no sehabían resuelto aún las apelaciones. Sukma Darmawan seguía en libertad bajo fianzaen espera del resultado de la apelación y Anwar Ibrahim cumplía su condena de pri-sión y era un preso de conciencia. 29 Artículos 377A y 377B del Código Penal.
CRÍMENES DE ODIO, CONSPIRACIÓN DE SILENCIO Miembros gays y lesbianas de Amnistía Internacional y otras personas, en el Desfile de Car- naval de Gays y Lesbianas celebrado en Sidney, Australia, en el 2001. Craig Cranko Tras numerosas protestas, en marzo del 2000, un ex jefe nacional de policía fue condenado a dos meses de prisión por darle una paliza a Anwar Ibrahim. Según los infor-mes de que dispone Amnistía Internacional, no se ha juzgado a nadie por las torturasinfligidas a Sukma Darmawan y a Munawar Anees. Los artículos del Código Penal apli-cados siguen en vigor.30 PENAS JUDICIALES CRUELES
Malaisia no es el único país donde la ley prevé castigos corporales como sanción pormantener relaciones sexuales con personas del mismo sexo. El 16 de abril del 2000, Asso-ciated Press informó de que un tribunal de Arabia Saudí había condenado a nuevevarones jóvenes a penas de prisión y penas de hasta 2.600 latigazos cada uno por «con-ducta sexual desviada», aparentemente debido a su identidad sexual.31 30 Malaysia: Human Rights Undermined - Restrictive Laws in a Parliamentary Democracy 31 Arabia Saudí. Temor de flagelaciones. Nueve ciudadanos saudíes (Índice AI: MDE La imposición de estas penas por mantener relaciones sexuales con personas del mismo sexo se inscribe en el contexto de la represión de otras formas de conducta sexual con-sentida consideradas una transgresión de estrictos códigos religiosos o políticos, comolas relaciones extramatrimoniales entre hombres y mujeres. Cuando la ley consagra ladiscriminación de género, las mujeres acusadas de cualquier actividad sexual extra-matrimonial corren un riesgo especial de sufrir estas penas.32 Según algunas interpretaciones de la ley islámica (Shari‘a), el castigo por mantener relaciones sexuales extramatrimoniales, que incluyen la conducta homosexual, puedeser de hasta 100 latigazos para las personas solteras y la muerte por lapidación para lascasadas. En Afganistán, los informes indican que en dos casos ocurridos en 1998 y 1999al menos seis hombres fueron lapidados públicamente tras ser condenados por «sodo-mía» por un tribunal talibán.33 En Chechenia, el Código Penal de la ley islámica prevéla pena de muerte para los actos homosexuales entre varones. Amnistía Internacionalse opone a la pena de muerte en todos los casos por considerarla la máxima pena cruel,inhumana y degradante. 32 Véase, por ejemplo, el caso de Bariya Ibrahima Magazu, flagelada en Nigeria por mante- ner relaciones sexuales extramatrimoniales porque no pudo presentar testigos que confirmasensu declaración de que había sido violada, en Cuerpos rotos, mentes destrozadas. Tortura y malostratos a mujeres (Índice AI: ACT 40/001/2001/s). 33 Afghanistan: Cruel, inhuman or degrading treatment or punishment (Índice AI: ASA CRÍMENES DE ODIO, CONSPIRACIÓN DE SILENCIO

Source: http://www.cepresi.org.ni/files/doc/1171571685_La%20penalizacion%20de%20la%20homosexualidad%20una%20licencia%20para%20torturra.pdf

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M. Votava · M. Krsˇiak · J. Podhorná · K.A. Miczek Alprazolam withdrawal and tolerance measured in the social conflict test in mice Abstract Rationale: It is difficult to assess withdrawal locomotion while aggression tended to be increased. from benzodiazepines, and preclinical assessment of be- Conclusions: Tolerance to the alprazolam effects on ag-haviour during social conflict

Nutritional guidelines- swoboda2004

Nutritional Guidelines for SMA patients and their parentsThere is little published research data on diet and SMA for guidanceGeneral recommendations for a healthy diet:5 servings of fruits and vegetables a dayInclude complex carbohydrates ( whole grain breads, brown rice, beans and legumes, fruits, and vegetables, etc.)Avoid simple sugars ( soft drinks, candies, flavored drinks, etc.) # ser

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